Hace un buen tiempo que nos damos cuenta de que nos falta crear espacios en torno a la temática de talento. Vemos que muchas veces, los emprendedores, sobre todo en un principio, están muy enfocados en su día a día: en generar los ingresos para llegar a fin de mes, en levantar los fondos que habilitarán el crecimiento, en planificar su estrategia de expansión a otros países o en desarrollar una campaña de marketing potente. Esto está muy bien, y es parte de la naturaleza de los emprendedores, construir sobre la marcha… pero realmente son muy pocos los que comienzan desde un inicio abordando estratégicamente el tema de talento. Por otra parte, sabemos que sobre estos temas no hay nada escrito: ¿Cómo lo abordamos? ¿Con que profundidad? ¿Qué es lo más importante? ¿Por donde partir? Sin duda son decisiones complejas. Toda esta nebulosa hace que muchas veces, el talento pase a un segundo plano, incluso al ser evidente que las personas son el core de cualquier organización. Esto trae luego consecuencias imprevistas más adelante, en forma de grandes dificultades que afectan directamente el negocio.